No sabemos aún ni dónde, ni cómo, pero sabemos con quien. Al fin y al cabo, con algo hay que empezar, y como la cuestión de la ubicación física aún no está resuelta, y la financiación depende de ella y de muchos más factores… He aquí la primera &co. del kukuprojekt:
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Esta buena compañía, y por partida doble, son Raquel Herrero López, y Diego Alonso Delgado, arquitecta ella y arquitecto técnico él.
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Juntos son 7_15, un joven despacho de arquitectura que trabaja desde Villaescusa de las Torres, un pueblo del norte de la provincia de Palencia, cerca de Aguilar de Campoo. Su compromiso con el medio ambiente les ha llevado a investigar y estudiar la arquitectura, la construcción y el urbanismo desde un punto de vista respetuoso con el medio natural, la población y el patrimonio.
«La conservación del patrimonio es una de nuestras preocupaciones. Nuestra formación, así como nuestra experiencia hacen que valoremos de manera especial el legado que las generaciones anteriores nos han dejado.
Las construcciones antiguas son el reflejo de una cultura y de unas formas de vida que se están extinguiendo, su conservación hace que preservemos en la memoria parte de este legado de nuestros antepasados.»
Estas son algunas líneas extraidas de su presentación digamos que «oficial». Nosotros queremos compartir la kuku-aventura con ellos porque, aparte de ser buenos profesionales cuya concepción de la arquitectura nos gusta, es gente que rebosa de ilusión; que disfruta del entorno natural no sólo profesionalmente, sino también en el tiempo libre (porque los dos son apasionados escaladores); que aporta una frescura y espontaneidad que se agradece; que escucha y comprende; que tiene una paciencia infinita y lleva acompañandonos desde hace mucho tiempo en nuestras visitas a potenciales ubicaciones para el kuku; que, aunque en nuestro caso y por cuestiones puramente económicas en respuesta a nuestro estado financiero recomienda la nueva construcción, entiende por qué preferiríamos rehabilitar y comparte esta preferencia; porque es realista y pragmática donde nosotros nos dejamos llevar por la imaginación; y porque hay algo que nos parece importante como buena base de colaboración: la conexión emocional entre nosotros.
Les conocimos en octubre de 2008, en un encuentro que organizó el Grupo de Desarrollo País Románico dentro del programa «Abraza la Tierra» en Reinosilla, Valdeolea, en el que se habló de auto- y de bioconstrucción, de las experiencias propias y ajenas….
Desde entonces hemos debatido, hemos realizado un pequeño experimento con pacas de paja, un modo de construcción que contemplamos como una de las opciones posibles para, al menos, parte del kukuprojekt. Y como tiene que ser en una buena joint venture: juntos hemos contado las lágrimas de San Lorenzo, pero cada uno pensando en sus deseos.
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