Segunda entrega en kuku-construcción: seguimos con nuestras reflexiones previas en torno a la construcción del kuku.
Nada más subir la entrada, en la que presentamos nuestros primeros «co.s», nos «encontramos» en el facebook con Diego, que nos hizo una puntualización muy acertada, porque habíamos puesto en el texto de presentación que ellos «insistían» en la nueva construcción, lo que podía dar a entender que en principio abogan por ella, cuando ocurre todo lo contrario. Rápidamente lo precisamos.
Cierto es, sin embargo, que teniendo en consideración nuestro estado financiero (precario) y el mercado inmobiliario local (exageradamente encarecido), puede que al final nos veamos construyendo en un solar, aunque los cuatro estemos soñando con la reactivación de una casa abandonada.
Aprovechamos la oportunidad y propusimos a Diego a escribir algo sobre la
2. duda: ruina o solar
Aceptó y desde aquí subimos el texto a la página de «kuku-construcción«.
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Hola Andrea, por casualidad he llegado aquí. Sigo con mis problemas de internet, poco podré ver tus proyectos y otros proyectos muy interesantes que hay por el ciber-mundo. Me entra la duda de si pasan de lo cíber y llegan a lo real. Bajo la apariencia de gran participación nos encondemos en el ordenador de casa y hacemos una revolución tan silenciosa que creo que nadie se entera. En fin, quizá es que hoy estoy triste y descreida. No he podido leer lo que opina Diego si solar-o-ruina. Yo vine aquí muy ilusionada, con una mentalidad clara de rehabilitación, Si pudiera volver la vista y los hechos atrás, lo tengo muy claro: solar. Por muchas razones. Porque, en primer lugar, el proyecto es libre, no está atado a lo antiguo, y aunque pienses que puedes crear a partir de lo que ya está hecho, es muy limitado. Por otra parte, estoy convencida de que es mucho más barato crear algo nuevo que rehabilitar. Y aunque Nanín no esté de acuerdo conmigo y opine que la nueva construcción es una apropiación de la tierra que lo único que hace es perpetuar el sistema capitalista de destrucción de nuestro mundo, también tienes más posibilidades de hacer una construcción sostenible partiendo de la nada que de lo ya hecho…..Y podría seguir diciendo más cosas, pero bueno, aquí lo dejo, porque igual debo leer primero lo que escribe Diego, ya que él es arquitecto y esto lo tendrá muy estudiado. Yo simplemente lo tengo muy vivido. (Vivo en permanente rehabilitación, una casa, una cuadra ahora casa rural, dos cuadras más de las que sólo saco basura…..y sin embargo, en el solar, Roberto ha construido un gallinero precioso, y más sostenible que todo lo rehabilitado, y creo que los pollos van a ser tremendamente felices porque no tienen que pensar en la rehabilitación…..).
Mucha suerte con tus proyectos.
Querida Sonia: fortuitamente, he visto tu comentario y, por alusiones: malamente puedo estar en desacuerdo contigo acerca de una afirmación que nunca he hecho.
Me explico: lo que perpetúa y hasta instituye el sistema capitalista no es el uso que hagamos del suelo con nuestro trabajo (vivir, criar pollos, crear cosas, gozar paisajes, producir ideas,…), ni que lo hagamos rehabilitando o construyendo de nuevo, lo que perpetúa la desigualdad y la insosteniblidad propiamente capitalista es la apropiación individual del común, de eso a lo que llamamos “suelo” y que no deberíamos considerar como mercancía, porque se trata de un trozo de la Tierra común. Cuando evolucionemos lo suficiente, comprenderemos con naturalidad y sencillez que sobre ese “suelo” podremos tener un derecho (de uso,) legitimado por el uso responsable que hagamos del mismo, pero nunca el derecho de propiedad, que corresponde al conjunto de la sociedad humana, aunque lo administre la comunidad local en cada lugar del planeta. Ese es mi deseo y mi certeza, que espero compartir contigo, que eres tan sensata como jurista.
Un abrazo para tí y para toda la comunidad del KUKU, de la que me siento parte.
PD: los ciberproyectos son tan reales como cualquier otro proyecto hiperpresencial, que una cosa es el teléfono/aparato y otra la conversación/comunicación, a la que sirve el mencionado cacharro/herramienta.