Muchos de los que seguís el blog del KUKUprojekt os habéis encontrado desde el otoño una vez al mes con una convocatoria titulada «Entretejiendo«. Correspondía a un proyecto de Economistas sin Fronteras, y el Movimiento MANUELA RAMOS que tomó forma en Suma Manuela, una iniciativa para compartir experiencias y saberes entre tejedoras de las zonas rurales de Puno, en Perú, y tejedoras de otras partes del mundo.
A esta iniciativa se sumó el Museo del Traje de Madrid, el cual albergó las charlas y quedadas mensuales y prestó la infraestructura necesaria, y nosotros nos enteramos de ello en un encuentro Textil, organizado por al Asociación de Creadores Textiles de Madrid, en el que conocinos los integrantes de Teje la araña, Álvaro y Adriana, que han sido nuestra «gente de contacto», han estado pendiente de la conexión, de la webcam y del skype y del hangout, para que pudieramos escuchar las ponencias. y además nos han mandado lana para que pudieramos participar activamente en la acción de yarnbombing que ellos han organizado en colaboración con todos los demás participantes de la iniciativa.
Las quedadas han terminado, nosotros, desde el KUKU hemos enviado esta semana los «cuadraditos de la abuela» que salieron de la lana que nos mandaron.
Ahora queda la acción de yarn_bombing que tiene como objetivo envolver con una manta hecha de mucho cariño, empatia, solidaridad, de insistencia y reivindicación el busto de Clara Campoamor en Madrid, como símbolo de la lucha por los derechos de la mujer.
la fecha:
sábado, 8 /02/14
el lugar:
el busto de
Clara Campoamor
en Madrid
.
Intentaremos ir, como no. Pero no sabenos si va a ser posible. Desde aquí GRACIAS a todos los implicados por sacar adelante esta esta iniciativa. Un gran trabajo y una gran experiencia. Y seguiremos entretejiendoNOS.
.
.
.
Os dejamos aquí algunos enlaces que nos parecen interesantes, por si os pillamos con tiempo y ganas para bucear un poco en este mundo de lo textil, de las redes de solidaridad y de las luchas enterna….
# Lo que dice Wikipedia de Clara Campoamor
# EL DISCURSO de Clara Campoamor, encontrado en el blog «madridafondo»
# el enlace al blog de SUMA MANUELA
# el enlace al espacio virtual de «Teje la araña»
Y por último, y eso si es tiempo, pero vale la pena: una peli sobre Clara:
Clara Campoamor. La mujer olvidada
En el año 1931, en España se proclama la Segunda República. En este contexto, las mujeres son elegibles pero no pueden votar. Clara Campoamor y Victoria Kent son las primeras mujeres diputadas que pisan las cortes y se plantean muy firmemente luchar por los derechos de la mujer. Clara Campoamor sabe que eso pasa por una primera y gran conquista: el voto femenino. A partir de este momento, su lucha no es nada fácil. Muy pronto encuentra su primer obstáculo: sus propios compañeros de partido, republicanos, de izquierdas, temen que las mujeres voten influenciadas por la iglesia y, por ello, a la derecha, así que le dan la espalda. Ese argumento se generaliza y hace que Clara Campoamor se vaya quedando sola en el parlamento en su defensa del sufragio universal. Después de una lucha constante, y después de múltiples traiciones, el 1 de diciembre de 1931, Campoamor consigue su objetivo: el voto para la mujer.
NO, perdonád, NO es lo último, me equivoqué. Hay una cosa más que quiero contaros:
Hay una convocatoria abierta para el 1 de febrero, el sábado anterior a la acción de yarn bombing, una convocatoria de manifestación en Madrid, en otras ciudades españolas y europeas CONTRA la ley de aborto.
Creo que no se puede hablar de Clara Campoamor y de los derechos de la mujer a una vida en libertad e igualdad sin posicionarse en contra de esta nueva ley que pretende «regular» algo que es decisión única y exclusiva de cada mujer. Si algo hay de que tienen que ocuparse es de garantizar que cada mujer que lo decida pueda abortar de forma segura y gratuita.
Encontráis fechas y lugares de más convocatorias en este espacio virtual.
¿Derecho a decidir sobre la vida de un ser humano en la primera fase de su existencia? ¿Qué clase de «derecho» es ese? El mismo derecho que tenían los esclavistas, los nazis o el «paterfamilias» romano sobre la vida de su esposa e hijos. Hablemos claro y sin eufemismos, el aborto provocado es la muerte inducida a un feto humano. Desde luego, yo como mujer y madre reivindico el ABORTO CERO YA. Me da mucha pena que desde un blog tan interesante como éste se de cobertura ideológica a uno de los mayores genocidios del mundo moderno.
Todo lo que explicas Amaya, es una opinión, y como tal tiene su valor, tanto como la de quienes opinamos otra cosa.
Debes entender, y así creo que es el sentido de estas convocatorias, que defender el derecho al aborto no significa apoyar a un colectivo de personas que vayan a dedicar su vida a quedarse embarazadas y abortar porque sí. Se trata de reconocer un hecho, una situación, que se va a dar, haya ley de plazos o una ley restrictiva como la que quiere aprobar el gobierno. Y habrá mujeres que lo hagan en una clínica británica o francesa, dónde los vuelos sean más baratos; habrá otras que lo hagan sin condiciones sanitarias, higiénicas ni legales. Dependerá, como en otros tiempos, de dinero.
Lo que yo creo es que al legislar, sobre todo cuando tienen que ver cuestiones que afectan a derechos y libertades, deberían dejarse al margen consideraciones religiosas, ideológicas, morales, éticas, filosóficas, sexuales, de edad,… sobre todo para que abarquen a todo el mundo. Y por ética y, también, por qué no, por estética, este tipo de leyes deberían discutirlas mujeres y no dejarse a una comisión de machos alfa. Al margen de las consideraciones importantes de esta nueva ley (¿cuánto recorrido tiene?) hay otra especialmente humillante para las mujeres, y también para hombres, pues soy marido, padre, hijo, hermano de mujeres, y es el lenguaje inaceptable que se ha utilizado, la sensación de poner a la mitad de la población bajo tutela de la otra mitad.
Las mujeres que se quedan embarazadas y deciden continuar con su embarazo, no tienen que dar cuentas a nadie, ni siquiera tienen por qué mirar la ley que permite interrumpirlo a quien así lo decidiere. Tampoco tenemos por qué saber si su decisión se debe a cuestiones morales, religiosas, etc. Y me parece perfecto que así sea. De la misma manera, una mujer que decide lo contrario debería poder tener el mismo derecho y que no sea interrogada por un psiquiatra, ni consultar con varios médicos ni exponer públicamente su circunstancia con tanto interrogatorio, consultas o intromisiones en su intimidad y su libertad.
Yo me manifestaré, sobre todo, para defender la libertad de las personas que con seguridad sé que son y que existen y son portadoras de derechos, en este caso las mujeres. Lo demás es opinión, más autorizada o menos, pero opinión.
Y lo dejo aquí. Manifiesto mi opinión pero no entro en debate, que en esta cuestión se convierte en circular y no lleva a ningún lado. Lo que si hago es animarte a que manifiestes tu opinión donde creas oportuno e intentes convencer. Pero no lo hagáis con leyes, sino con ideas. No utilicéis un lenguaje grueso (nazis, esclavitud, genocidio) para hablar de un tema que no tiene que ver con ninguna de estas tragedias históricas, así no se centra la cuestión. Saludos
Amaya,
puedo entender, aunque nunca compartir, la postura de aborto cero. Me parece una posición coherente si consideras que una vida humana ya lo es desde el preciso momento en que un óvulo es fecundado por un espermatozoide.
Quien defiende esto y asume la continuidad del embarazo con todas sus consecuencias, sea o no deseado, es libre de hacerlo.
De hecho me parece una hipocresía descomunal defender a capa y espada el derecho a la vida de un feto no deseado y admitir el aborto en caso de violación, como si ese otro feto (igualmente no deseado) careciera del derecho a la vida porque carga con el delito del violador.
El problema es que no todas las personas compartimos la misma idea a la hora de definir el comienzo de una vida, o yendo aún más lejos, de cómo ha de vivir cada uno su existencia, hasta qué punto y en qué condiciones. Por tanto, algunas y algunos reclamamos el derecho y la libertad de elegir sobre nuestros cuerpos, sobre nuestra existencia y sobre nuestra muerte. Y rechazamos una definición de vida impuesta desde un pensamiento religioso.
No pretendemos obligar a nadie a abortar si no que reclamamos la libertad de elegir, conforme a nuestras convicciones y valores.
Y esa es básicamente la diferencia entre la mayor parte de la gente que defiende el aborto y la que se manifiesta en contra. La discrepancia entre poder elegir libremente o someterse al juicio y valores de unos pocos.
Además da la casualidad de que el sector social que se manifiesta mayoritariamente en contra del aborto y a favor de la vida de un feto de 6 semanas, poco dice y hace por la vida de seres nacidos, cuando se convierten en prescindibles porque el dinero, los recursos, el petróleo o la religión se ponen por medio.
Basta de hipocresía y de querer controlar la vida de las personas.
Pingback: Entretejiendo historias, feminismos y lanas — Suma Manuela