No hay tiempo para contar todo lo que sucedió.
No hay tiempo para agredeceros adecuadamente lo que habéis hecho.
No hay tiempo para pensar, para escribir, para recopilar. Solo para sentir.
No hay tiempo para darle tiempo al tiempo.
No hay tiempo para la nostalgia.
No hay tiempo para la tristeza.
Solo hay tiempo para hacer.
Ecos y huecos.
Luces y sombras.
Sueños y utopías.
Recuerdos y esperanzas.
Resistencias.
Esencias.
Siempre.
Sea donde sea. El lugar es lo de menos.
Gente comprometida, en lugares complicados…..
Cuando estoy en la plaza con mi hijo, miro hacia arriba y me falta algo. Ahora sólo se ven 2 galerías vacías en un edificio en ruinas. Parece que con vosotros os habéis llevado la vida que tenía.
Hay demasiados edificios así en esta plaza.
Un abrazo.