crónica 2015 _ II

22 _ enero _ 2015

 

 

Mi entrada de antes de ayer en la que os he contado lo sucedido en relación con Filmin, Golem Distribuidores y el cine ha dado lugar a unos cuantos comentarios en las redes sociales. No quiero ser pesada, pero me apetece «rescatar» algunos de ellos de su vida fugaz para seguir el debate e incluir todos aquellos de vosotros, que no os movéis por las redes sociales, especialmente en Facebook.

Porque si para algo puede servir el disgusto que nos hemos llevado es para que se hable del tema, que reflexionemos conjuntamente y que busquemos una solución entre todos, porque NO ESTOY DISPUESTA A RENUNCIAR A LO QUE CREO NO HACE DAÑO A NADIE Y SÍ APORTA A UNOS CUANTOS.

# APOYOS

Primero quiero agradeceros el apoyo que muchos habéis mostrado a través de vuestros comentarios, GRACIAS MILES, de verdad.

Os dejo el de Teo Chavez, porque expresa muy bien el dilema de este entramado y también las expectativas que quizá de forma equivocada hemos depositado en la plataforma que utilizamos («equivocada», porque todos solemos ver las cosas desde nuestro enfoque primero, en nuestro caso, desde el de un cliente particular y nuestro deseo quizá nos hace ver lo que no es; y si bien las plataformas tienen mucho que decir en el asunto, no son exclusivamente ellas las que deberían actuar):

» Señores de Filmin, desde hace dos años he apostado por su plataforma de distribución de cine y me enorgullezco de difundirla entre cuantos conocidos y amigos tengo.
Acabo de leer la triste noticia de que una de sus distribuidoras asociadas Golem anda reclamando sus derechos legítimos a un grupo de personas que hacen muuuucho por difundir el cine de su productora y su plataforma Kukuproject.
Me gustaría transmitirles mi desagrado por tal noticia y por sentir que en proyectos como el suyo puedan tener cabida aquellos que pensando únicamente en su bolsillo son capaces de amedrentar a quien, únicamente parte de compartir la alegría de romper la monotonía rural de frío con amigos y familia, como hemos hecho toda la vida, cuando el viejo VHS era un lujo asequible solo para algunos.
Asustar al pobre y al que lleva la cultura, no solo la mercantil, en las venas y el corazón es un mal negocio, para ustedes, para Golem y para otros muchos.
Los piratas no somos nosotros.
Somos los clientes y al menos debiéramos tener el beneficio de la duda.
Si fuese posible me gustaría que le hicieran llegar este email a quien corresponda de Golem expresándole mi tristeza y mi pena.
Creo que si no hay rectificación dejare de ver cine Golem y me plantearé si renovar mi suscripción a Filmin, porque para esto me voy a cualquier otra plataforma mercantilista pura y dura que ya se de que van.
Espero de verdad que no tenga que hacerlo.
Distinguid las cosas que no todo es igual ni es lo mismo.
Un saludo y buenas noches»

Jaume Ripoll, director de Filmin, contesta:

Como he dicho en otro post y he discutido en privado con las partes implicadas me parece extremadamente injusta la crítica hacia una plataforma a la que se acusa de no tomar partido, sencillamente filmin no puede ofrecer aquello que no tiene. Ojalá fuese de otra forma, lo siento. (…)

# PRESUNCIÓN DE……

Segundo quiero dejar claro en qué reside, ante todo, mi desilusión respecto de Filmin, porque no es plan matar al mensajero ni atacar a quienes hacen una determinada labor y prestan un determinado servicio. Por ello recapitulo: la primera queja nos viene directamente de una distribuidora, el agosto pasado, porque de alguna fuente, que actualmente me es desconocida, han recibido la información de que al parecer hemos proyectado una película en un campo de fútbol. Evidentemente es una información que no se basa en nuestras publicaciones en las redes, ni en nuestro blog, porque evidentemente en ningún caso hemos organizado, ni invitado, ni publicado tal cosa, porque simplemente nunca tuvo lugar. Sin embargo, alguien y entiendo malintencionadamente ha puesto en circulación tal cosa, o dicho de forma más llana: alguien se ha inventado una mentira para denunciarnos. Nadie me ha dicho ni me va a decir quien ha sido, nadie me ha dicho ni me va a decir qué es lo que exactamente se denuncia, ni nos han dicho ni nos van a decir el alcance de las quejas/denuncias. Alguien desde el anonimato lanza una barbaridad semejante, el ojo de Mordor se posa sobre el KUKU, y el problema es que nadie ha cuestionado tal información, todos a han dado por buena, válida, correcta; nadie ha recabado nuestra versión de los hechos antes de amonestarnos por un supuesto uso no autorizado de la cuenta….. Esta actitud, según de qué ámbito de llega, irrita y duele y sorprende más o menos. Que Filmin actuara de esta manera me dolió y me desepcionó.

Luego…., luego sí creo que reconociendo las realidades que se viven en muchos lugares de España, plataformas como Filmin deberían asumir cierta responsabilidad, o capacidad de de negociar, de intermediar y de intervenir, para defender la pluralidad de las necesidades de sus clientes, que creo que de sobra deben conocer; máxime cuando, aunque sea temporalmente a través del Atlantida Film Fest, abren la caja de Pandora de la ambigüedad, incluso la utilicen para publicitarse y captar nueva clientela, para luego, cuando surgen dudas o conflictos, escudarse detrás de definiciones o leyes.

# DEFINICIONES Y DIMENSIONES

Porque una de las cuestiones que para mí queda sobre la mesa es: ¿qué es una proyección pública? ¿Dónde está el limite del ámbito doméstico?

Un amigo mio, abogado, me mandó hoy un correo, del que os dejo un fragmento:

«(….) Todo ello suponiendo que hubiera alguna «incorrección» ya que no puedo estar más de acuerdo contigo en que no es una exhibición pública en sentido estricto, ya que se hace en un ámbito privado y con unos medios caseros, y no profesionales, y sin ánimo de lucro directo o indirecto (es decir no solo no cobras entrada sino que tampoco es un reclamo para vender otros productos ( p. ej. billetes de autobús, etc). Solo hay un evidente interés cultural, que por supuesto estas distribuidoras desprecian, aunque lo utilizan cuando les viene bien. Por ejemplo reclaman un IVA cultural, subvenciones, ayudas por ser sectores culturales etc, pero luego cuando les toca a ellos, tratan su producto como si fuera una fregona o una aspiradora. (….)
(…) percibo que se trata de un tema de límites, de fronteras difusas entre la exhibición pública y la privada, en el que la balanza se puede inclinar hacia un lado o hacia otro y que una buena defensa de la cuestión podría inclinarla hacia el correcto.
(….) Pero como planteas es un tema de qué se entiende una visión privada, la que efectúa una sola persona o cuando hay dos ya no lo es, o es preciso que tengan lazos de parentesco ¿y basta manifestarlo o hay que probarlo, y a quien ? ¿y hasta que grado es admisible el parentesco ?»

Para mí, no sólo es una cuestión de cuál es la definición correcta o más acertada, sino una cuestión de LA CORRECTA DIMENSIÓN. Una dimensión real que en cada caso requiere un trato o mejor dicho, se merece un trato distinto, porque no es lo mismo si hablamos de un Madrid, de un Valladolid, de un Palencia, de un Aguilar de Campoo o, tomándolo por ejemplo, un Puentetoma con 12 vecinos que bien podrían haberse puesto de acuerdo para ver juntos el cine que les gusta en la casa más calentita del pueblo. ¡Tranquilas distribuidoras del mundo!, no ha sido el caso, solo me lo imagino. Y no porque piense que los habitantes de Madrid no deban juntarse en sus casitas para ver pelis juntos bajo la mantita en el sofá, —que en Madrid también hace frío en invierno y la soledad también existe en medio de la gran urbe—. Sino porque en Madrid, en Valladolid, en Palencia, al fin y al cabo, hay alternativas que numéricamente resultan viables, porque donde no hay un cine que echa películas en versión original se puede organizar un Cine Club o algo similar que cubra una laguna en la oferta cinematográfica_cultural y un derecho ciudadano que para algunos es tan importante como para otros la cobertura de sus necesidades materiales. Pero esta fórmula requiere una masa crítica mínima para ser económicamente viable. ¿Que pasa con todos aquellos lugares donde esta mínima masa crítica simplemente NO EXISTE, bien por falta de interés en esta actividad concreta, bien por falta de PERSONAS? ¿TE JODES? (perdón).

Os dejo otro comentario al hilo de «lo rural» de amigos del KUKU que comparten este hábitat en el sur de la península:

«La verdad es que es todo tan injusto, y ya no solo con vosotros, sino con todo el rural … El tema de los derechos siempre es controvertido y no por parte de los autores, que en muchas ocasiones te dan todas las facilidades (como nos pasó a nosotros con Cinetínere: recuperación social del patrimonio en el medio rural ), sino por las distribuidoras. «

Intento entender a todo el mundo, o casi; intento entender que las plataformas necesitan las distribuidoras para poder beber de su catálogo y confeccionar el suyo ¿pero ahí no podrían «pelear» por un mejor ajuste a las distintas realidades?; las distribuidoras, en fin, porque ofrecer un servicio puente de intermediario que en el mejor de los casos ¿no debería velar por hacer llegar el producto de otros hasta los rincones más recónditos, para darlo a conocer, en beneficio del arte, y del autor y del público?; entiendo a los directores, que entregan su trabajo a las distribuidoras porque necesitan su servicio, ya que suficiente tienen con crear, que es lo suyo ¿pero es «normal» que sea una exclusiva y que con la firma del contrato renuncian a cualquier posibilidad de intervención posterior sobre cómo y a quién distribuir y cuándo y por qué hacer excepciones y cómo regularlas?; intento entender que necesitamos leyes que regulen todo, para que haya justicia en cada caso, pero me pregunto: ¿qué se debe hacer, si las leyes prohiben pero no garantizan por partes iguales y a todos, también a los supuestos 12 vecinos de Puentetoma que quieren reunirse y ver su cine? ¿qué pueden hacer para sentirse ciudadanos en igualdad de condiciones y derechos (_ todo eso suponiendo que les funciona bien la conexión a Internet)?

¿Alguien entiende las realidades polifacéticas, entre las que se encuentra la rural; la realidad que pide flexibilidad e inventiva de formas y formatos diversos para alcanzar la justicia en cada caso? ¿alguien nos entiende a nosotros? Y una vez entendido lo que está pasando en el KUKU y en otros lugares de este país, con la pequeña diferencia que en el KUKU lo contamos: ¿alguien está dispuesto a hacer algo para cambiar todo este entramado en el que, según mi parecer, todo, todo al final se subordina a un espíritu mercantil y no a la difusión de la cultura y el arte? Vuelvo a decir que en esta ocasión la responsabilidad no es exclusivamente de Filmin. Ni siquiera digo que la responsabilidad sea exclusiva de Golem, en este caso han sido los primeros en reaccionar de forma tajante y me temo que había otras detrás. Pero alguien por algún lado tendrá que empezar……

# BUSCANDO SOLUCIONES

Queda la pregunta de cómo hacer que el cine puede seguir formando parte del KUKU.

Nuestros amigos del sur proponen, y sois muchos los que lo habéis dicho de una u otra manera:

«Como dices Andrea, a lo mejor la solución es lo del copy left pero supongo que el problema es que el abanico de películas que os interese proyectar será mucho más reducido, aunque por otra parte es interesante darle visibilidad a este tipo de producciones. La otra opción, la del KUKLANDESTINE FILM FEST me parece también adecuada, a lo Rave, si no nos queda otra.
Lo único que os podemos decir es que lo estáis haciendo genial y que tenéis todo nuestro apoyo.»

Mi amigo abogado me escribe:

«Como dice Cervantes en el prólogo del Quijote: cada persona es Señor de su casa como el Rey lo es de las alcabalas y por ello, —sigue diciendo—: debajo de mi manto al rey mato.»

Algunos me remetís a la picardía, ¿o es la picaresca? y voy mirando en el diccionario de la RAE:

picardía.

(De pícaro)

1. f. Acción baja, ruindad, vileza, engaño o maldad.
2.
f. Bellaquería, astucia o disimulo en decir algo.
3.
f. Travesura de muchachos, chasco, burla inocente.
4. f. Intención o acción deshonesta o impúdica.
5. f. p. us. Junta o gavilla de pícaros.
6. f. pl. Dichos injuriosos, denuestos.
7. f. pl. u. c. sing. m. Camisón corto, con tirantes, hecho generalmente de tela transparente.

Me confunde, no me siento identificada con ninguna de estas acepciones. Miro en el diccionario español_alemán, para ver cómo lo traducen pero tampoco me saca de dudas, la mitad de las definiciones queda en el lado oscuro de la fuerza, la otra en el luminoso. ¿Es defecto o vicio, es maldad o un arte? ¿No es ni una cosa ni la otra sino todo lo contrario o las dos cosas a la vez? ¿Igual ahí está la clave? No sé si sería o si seré capaz de vivir con normalidad esta picardía. Porque si no se vive con normalidad no vale, entiendo. Ya veremos….

¿Qué más?

Buscar distribuidoras comprometidas….. Si alguien sabe de alguna, conoce, o incluso ES una DISTRIBUIDORA dispuesta a ofrecernos una solución…..

¿La clandestinidad? ¿El juego de lo difuso, lo ambiguo en dichos y hechos?

Y, sobre todo, calladito, todo callado, que no se vea, que no se diga, …… ¿Eso es «Be water, my friend», ser pragmático, ser astuto, o es, como lo siento yo de primeras desde este espacio transparente, un retroceso, porque ya me diréis vosotros si hoy en día para que 4 personas puedan ver cine lo tengan que hacer en la clandestinidad de un espacio «overground» no es algo que roza el ridículo?

Desde esta pequeña realidad del KUKU seguiremos buscando. Hemos entendido que Filmin no es la herramienta. Encontraremos otra.

Y sobre todo, seguimos hablando de ello, porque es una realidad, es una necesidad y hay que encontrar soluciones.

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